¿Cuántos giros ha de dar la pasión hasta matarme? ¿Qué recuerdos me sustentan estas ganas de volver al mundo? Si volver es recordar, y es solo eso, ya tan claro tenemos que volver corpóreamente es imposible, ya que nunca regresamos realmente al mismo sitio, cambiamos, mutamos en egos infinitos... No es malicia, alma mía, pero a veces no puedo sentir lástima, no somos cobardes y eso lo sabemos, pero desde siempre hacerte acaso me ha llevado a la ruina, o al deseo desenfrenado y suicida.
Respiramos por inercia, respiramos la contaminación del amor, y no asimilamos ninguna medicina para estas heridas. Hoy la guerra a punto de ser perdida, la derrota te la debo, alma mía, no porque seas cobarde (todo lo contrario), sino por intentar derribar a las tropas imbatibles, las del deseo ajeno, las del albedrío libre.
Hoy, alma mía, liberémonos de excusas, que ser prisioneros en esta batalla no debe ser una vergüenza, sino acaso una ventaja...Estamos tras líneas enemigas, y sabemos como escapar, pero...¿Qué tal si antes de huir, minamos los vestigios, destruimos las barracas y trincheras en que espera la memoria para darnos el tiro de gracia? Prometo, alma mía, no dejar que sufras una sola herida más, que la vuelta ha de ser triunfal y no penosa, que al final del camino encontraremos no la paz, pero si la calma para retomar las fuerzas, y añorar los tiempos en que las guerras se libraban en los metros finales de un jardín, en que los soldados eran solo un juego y no esta realidad interna...
Porque si algo aprendí de este camino, alma mía (fiel compañera), es que no importa cuantas heridas suframos juntos, siempre lucharemos codo a codo, y estaremos allí para curarnos las heridas; puesto que soy tu único escudo ante tanto cinismo. Recordemos, alma mía, recordemos...Pero no volvamos a volver...
Capitán Huracán
martes, 20 de mayo de 2008
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3 comentarios:
El fuego voraz de tus ruinas se propagan hasta el hartazgo. Ya vendrá y purgara tus males.
Descansa tu rifle a la diestra y experimenta el miedo de estar acompañado.
te quiero, tu amiga que no lo es.
No es miedo a la compañía...es terror, amiga... Pero bueno, ya volveré a ser valiente...
yo entendí como que la consigna es "no marearse"
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